
Bastante feo, es un grabado que se titulaba... "¿qué estoy grabando?", primera crítica del quehacer plástico personal. De allí en adelante me fui acercando a trabajar con las reacciones de la gente a mi obra. Acercando la obra de arte, a la gente que no lo deseaba, a transgredir los límites establecidos. Los límites entre el arte y la gente.

No fue hasta una seria discusión con mi estimado Maestro, José Miguel González Casanova, quien me cuestionó...¿Por qué transgredes?, ¿nomas por qué si?
Ahora puedo contestarle: transgredo, porque dentro de lo conocido, no existe posibilidad alguna de transformación, física, espiritual, moral, o cualquiera que ésta sea.
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